Capitulo 11: MENTE Y MEDICINA
En el reino de la enfermedad las emociones son soberanas y el temor un pensamiento dominante.
La enfermedad nos saca de nuestro lugar de confort, nos sentimos débiles, impotentes y vulnerables, por lo que es necesario considerar la psicología social de los pacientes y una intervención emocional debería ser una parte corriente de la atención medica en todas las enfermedades graves.
Ya que la gente puede “curarse sola” simplemente haciendo lo posible para sentirse feliz o pensando de forma positiva.
La verdad no sabemos donde se encuentra, trataremos de aclarar en este capítulo que nuestras emociones y la inteligencia emocional intervienen en la salud y en la enfermedad.
Intervención de Las Emociones y la Inteligencia Emocional en la Salud
Las emociones ejercen un efecto poderoso en el sistema nervioso autónomo, que es el que regula todo, y se conecta en forma directa con el sistema inmunológico y es esencial para su funcionamiento.


Otra vía que relaciona las emociones y el sistema inmunológico es la influencia de las hormonas que se liberan durante el estrés. Las catecolaminas (epinefrina y norepinefrina conocidas como adrenalina y noradrenalina), el cortisol y la prolactina, los opiáceos naturales beta-endorfina y encefalina se liberan durante el estrés y a medida que aumentan la función de las células inmunológicas se ve obstaculizada; el estrés anula la resistencia inmunológica.
El pánico y la ansiedad son emociones perturbadoras malas para la salud, hasta cierto punto que las personas que lo experimentan así como periodos largos de tristeza, pesimismo, tensión continua u hostilidad incesante, cinismo o suspicacia, tenían el doble de riesgo de contraer una enfermedad, incluidas asma, artritis, dolores de cabeza, ulceras, y problemas cardiacos.
La ira, la ansiedad, y la depresión son sentimientos con importancia médica aunque los mecanismos biológicos mediante el cual ejercen efecto aun deben ser comprendidos.
CUAL ES LA EMOCION QUE NOS TRAE MAS ENFERMEDADES?
La ira parece ser la emoción mas nociva para el corazón, ya que la eficacia de bombeo desciende y por consiguiente el flujo sanguíneo también. Siendo letal en aquellos que padecen una enfermedad cardiaca.
La “hostilidad” nueva emoción que se relaciona con la actitud hacia otra persona, genera un estilo marcado de resentimiento, desconfianza y cinismo y la tendencia a los comentarios desdeñosos y de desprecio, así como ataques temperamentales y ataques de ira más evidentes. Siendo esta ultima modificable a diferencia de la ira que debemos aprender a controlarla. Un antídoto para la hostilidad es desarrollar un corazón mas confiado que se logra teniendo la motivación adecuada y la empatía es el bálsamo para la ira.
La ansiedad es tal vez la emoción con mayor peso científico en el inicio y el curso de recuperación de una enfermedad. Esta emoción se produce ante situaciones con la que debemos vivir o que son evocadas por la mente, no por peligros reales que debemos enfrentar. Los ataques de ansiedad repetidos señalan niveles de estrés elevados, generando un desgarramiento en el sistema nervioso. Además disminuyen las respuestas inmunológicas y generan efectos adversos en el sistema cardiovascular.
Las técnicas de relajación se utilizan clínicamente para aliviar los síntomas de una variedad de enfermedades ( diabetes, artritis, asma, alteraciones gastrointestinales, entre otras) así como también para manejar sus turbulentos sentimientos.
La complicación que surge al querer tratar el estrés es que muchos de sus síntomas son fácilmente confundidos con los de otras enfermedades y muchas veces el fracaso en su diagnóstico puede sumarse al riesgo de muerte en una enfermedad grave
La prueba acumulativa de los efectos médicos adversos de la ira, la ansiedad, y la depresión es innegable. Tanto la ira como la ansiedad, cuando son crónicas, pueden hacer que la gente sea más propensa a una serie de enfermedades. Y la depresión parece impedir la recuperación médica y elevar el riesgo de muerte en pacientes frágiles.
Si la perturbación emocional crónica es nociva, de alguna forma indicaría que la emoción positiva (risa, felicidad) pueden cambiar el rumbo de una enfermedad. El optimismo como la esperanza tiene un poder curativo.
El aislamiento duplica la posibilidad de enfermedad o muerte, y hay que saber diferenciar entre soledad y aislamiento. Estar en soledad es elegir estar con pocos amigos y no sentirse solo. En cambio el aislamiento es estar alejado de la gente y no tener a quien recurrir lo que supone un riesgo para la salud.
Tener a quien recurrir y con quien hablar, además de la calidad de las relaciones parece ser la clave para aliviar el estrés; y cuanto más valor se le da a las relaciones en nuestras vidas ,más importancia tiene para la salud.
En efecto esto mejora la función inmunológica, disminuyendo el ausentismo laboral, las visitas a los centros de salud, como la función enzimática del hígado. Demostrando así el poder del apoyo emocional, generando un aumento en la esperanza de vida de pacientes terminales, más allá de cualquier tratamiento médico.
Las necesidades emocionales de los pacientes generalmente quedan insatisfechas por la medicina, las preguntas sin respuestas alimentan la incertidumbre, el temor y la sensación de catástrofe. Y llevan a los pacientes a negarse a seguir tratamientos que no comprenden. Para mejorar esto se podría ofrecer mayor información esencial para las decisiones a tomar con respecto a los cuidados, de modo tal que los pacientes estén en igualdad de condiciones que sus médicos para tomar decisiones informadas.
Enseñar a los pacientes a formular sus preguntas de modo que reciban las respuestas del tema que ellos desean saber.
Los momentos en que los pacientes enfrentan exámenes invasivos, cirugías, etc., están cargados de ansiedad y son oportunos para ocuparse de la dimensión emocional, enseñándoles técnicas de relajación, respondiendo a sus preguntas a que les pasara antes, durante y después.
A su vez se debería fomentar el cuidado basado en la relación médico-paciente, capaz de escuchar y ser escuchados.
La educación médica debería incluir herramientas básicas para el desarrollo de al inteligencia emocional, sobre todo la conciencia de uno mismo y el arte de la empatía y del saber escuchar.
La medicina para abarcar el impacto de las emociones debe:
*Ayudar a la gente a manejar sus sentimientos-ira, ansiedad, pesimismo y soledad-inculcar a los niños las habilidades básicas para que la conviertan en un habito de por vida.
*Atender sus necesidades psicológicas al mismo tiempo que las médicas.
El cuidado médico que pasa por alto lo que la gente siente ya no es adecuado, es el momento en que la medicina debe sacar provecho de la relación que existe entre salud-emoción
“La compasión no solo consiste en tomar a alguien de la mano, sino en tener una buena medicina”.